"Contra la nueva educación"

El título de esta obra de Alberto Royo genera, cuanto menos, cierta curiosidad, al menos en mi caso. ¿Qué es eso de la nueva educación y por qué él está en contra?
Royo se hace una pregunta fundamental, que es la siguiente ¿vivimos en una sociedad que carece de exigencia intelectual? Si cogemos y analizamos los últimos planes de estudio es palpable la insistencia en rebajar constantemente dichas exigencias, respaldándose en diferentes motivos. Lo que tenemos que cuestionarnos es hasta qué punto nos beneficia, como conjunto, este hecho. Nuestro sistema educativo depende de reformas y medidas de partidos políticos, que visto lo visto, poco interés tienen en que sea un sistema de calidad. 
Pero los políticos no son los únicos intrusos en el asunto de la educación. Un tema que Alberto Royo trata insistentemente es el de los "expertos educativos", los cuales para él tienen poco de expertos. Estos nuevos "gurús" de la educación llaman al profesor a fomentar la creatividad, el talento o la inteligencia emocional entre sus alumnos. Pero, ¿qué pasa entonces con los conocimientos? Al parecer esta pregunta evidencia un pensamiento antiguo, típico de esos docentes que llegaban a clase, soltaban la lección y para casa. Sin embargo, Royo asegura que uno se puede preocupar por sus alumnos y a su vez por que estos aprendan. El autor insiste en que el conocimiento, aunque actualmente todos estos expertos en educación traten de dejarlo en un segundo o tercer plano, es "un valor en sí mismo". 
Hay un par de temas que se tratan en la obra que han llamado mi atención especialmente. El primero de ellos es el de las nuevas tecnologías aplicadas a la educación. Yo nací a finales del siglo XX, no con un móvil o portátil debajo del brazo, pero he crecido con la tecnología en mi vida. Y a pesar de esto, nunca he conseguido adaptarme a la idea de la utilización de todos los medios tecnológicos posibles para impartir una clase, llamadme antigua. Hay iniciativas que me parecen adecuadas e incluso útiles, sin embargo, creo que la exigencia hacia los docentes en la utilización de estos medios está llegando a un punto límite. Volvemos a lo mismo de antes, ¿es tan importante el uso de las nuevas tecnologías incluso si no aportan nada en la clase?¿dónde quedan los conocimientos? ¿hasta que punto es innovación y no, como se dice ahora, puro "postureo"? Insisto, no estoy en contra del uso de las nuevas tecnologías, sólo creo que deberíamos recurrir a ellas en la medida en que nos puedan ayudar. 
Otro de los asuntos que Royo trata en la obra y que me ha hecho reflexionar y es de la mentalidad emprendedora. No es ningún secreto que en la actualidad nos bombardean constantemente, especialmente a los jóvenes, con eso de ser emprendedor. La verdad es que a mí siempre se me ha hecho un poco bola este tema, no por el hecho en sí mismo de emprender, sino el motivo por el que el sistema quiere que emprendamos. Ahora hay algunos "expertos" y, lo que es peor, empresarios que insisten en la idea de que se introduzcan conceptos básicos de economía y finanzas para que así los niños, y jóvenes después, tengan una mayor desenvoltura en eso de emprender. Esto está pasando a la par que nos intentan vender la idea de que eso de querer buscar un trabajo fijo está pasado de moda. Yo aquí me pregunto ¿el sistema nos quiere "emprendedores" para que no tengamos exigencias? ¿para poder controlarnos mejor? ¿es necesario insistir tanto en el tema de la empleabilidad desde que somos niños?
He de decir que no estoy de acuerdo con el autor en todo lo que dice, como por ejemplo en eso de que en las clases actuales los profesores no buscan que los alumnos repitan como un papagayo la lección. Sé que muchos se esfuerzan por que esto cambie pero otros muchos siguen repitiendo este patrón. La memorización está bien si hay asimilación de lo que se memoriza y no siempre la hay. Pero en definitiva, este libro me ha hecho darme cuenta de una realidad y ser crítica con ella.

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