¿cultura del esfuerzo?
Para la práctica número dos de la asignatura se nos asignó el tema de la cultura del esfuerzo. Así, se nos adjuntó un texto a través del cual pudimos desarrollar nuestras conclusiones.
Este texto trataba sobre la educación en Corea del Sur, la cual se valora internacionalmente como una de las más competitivas y que más promueve el esfuerzo en sus alumnos. Sin embargo, simplemente con este artículo y sin tener que profundizar más, pudimos ver que existen más sombras que luces en este sistema educativo. La realidad de estos jóvenes coreanos es la de pasar prácticamente todas las horas de su día estudiando, intentando mejorar constantemente sin descanso. Incluso el gobierno tuvo que regular los horarios de apertura de los hagwons, una especie de academias que se complementaban con las clases impartidas en las escuelas. Todo ello para poder llegar al día más esperado, el de la prueba de acceso a la universidad. En este texto se relata como esta jornada se entiende prácticamente como un gran acontecimiento, con intervención policial incluida. El problema que surge de todo ello es evidente: una presión incesante sobre los estudiantes. En el país asiático, si no cumples con los altos estándares educativos, simplemente no cuentas para la sociedad. Esto conlleva una altísima tasa de suicidios entre los jóvenes surcoreanos. También aparece aquí la figura del profesor, que igualmente está sometida a una gran acoso social, tanto que ellos también llegan a recurrir al suicidio. Toda esta información nos llevó a plantearnos una serie de cuestiones en cuanto a la ya mencionada cultura del esfuerzo.
En primer lugar, quisimos aclarar un poco la idea que teníamos de lo que la sociedad entiende por esfuerzo, aplicado siempre a la educación. En principio, parece que prácticamente todas las sociedades occidentales valoran el esfuerzo en los estudiantes y lo promueven, pero hay ciertos aspectos problemáticos. El primero es que, en muchas ocasiones lo que se consigue (no sé si de forma consciente) es que aumente la competitividad entre los estudiantes. Es decir, no se trata tanto de un esfuerzo por satisfacción personal, por sacar lo mejor de uno mismo, sino por intentar ser el mejor.
Otro aspecto que falla, en mi opinión, es que muchos profesores, a pesar de que aparentemente valoran el esfuerzo del estudiante, lo que valoran son los resultados. Y, evidentemente, muchas veces los resultados no tienen una relación directa con el esfuerzo. Esto puede producir mucha frustración en algunos jóvenes, que sienten que hacen todo lo que pueden pero no ven un resultado. Los profesores deberían estar más atentos a la evolución del estudiante que de su calificación final, ya que es eso lo que nos va a mostrar su evolución y sacrificio. De lo contrario, solo estaremos contribuyendo a incrementar el fracaso escolar, cuando evitarlo en estos casos podría ser más sencillo.
Es necesario que se cumpla ese mantra que tanto nos repiten de que "todo se consigue con esfuerzo", o al menos, quedarnos lo más cerca posible. Especialmente en este momento en el que la actualidad nos está diciendo que hay otras maneras de conseguir las cosas, especialmente los méritos académicos (esos "másteres regalados"). La verdad es que estos acontecimientos no ayudan a inculcar a los más jóvenes que deben poner empeño y trabajo en lo que hacen y además evidencian que quizás las cosas no son como nos pensábamos.
Como conclusión, pienso que promover el esfuerzo de una manera positiva podría ser muy beneficioso para el sistema educativo español. pero si no se hace bien puede resultar muy tóxico, tal como se puede ver en el caso coreano. Creo que esto no es un problema exclusivo del sistema educativo, sino de la sociedad en su conjunto. Hay que fomentar la cultura del esfuerzo, pero explicando desde dónde sale y cuál es su finalidad, para así evitar el exceso de competitividad y la frustración.
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